Y…fin de ciclo

Última entrada del blog. Esta vez no tiene nada que ver con la nutrición. Bueno, o sí, pero desde otra perspectiva. Desde hoy dejo de formar parte de la Junta de CODINUCyL.

Me apetecía muy mucho despedirme y se me da mucho mejor por aquí que en persona.

Escribí este texto (prácticamente en su totalidad) hace 1 mes, después de la última reunión que tuve como miembro de la Junta. Hasta hoy no lo he podido publicar, después de la Asamblea general y de las votaciones para aprobar los cargos que abandonamos y los que entran (mucho ánimo, os va a encantar, de verdad).

 

Sólo deciros una cosa: Muchas gracias a todas por todos estos años 😀

 

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Ayer tuve mi última reunión como miembro de la junta de CODINUCyL.. Dejo de formar parte de ella desde hace… ¿7 años?  La verdad es que ni sé la fecha exacta, que desastre.

Sé que me va a costar estar al margen de las reuniones, que incluso voy a echar de menos el grupo de Whatsapp con sus 28573 mensajes             pre–reunión (puñetero whatsapp) e incluso no tener que leer 3 millones de emails a la semana.

Leer estatutos seguro que no lo voy a echar de menos. Eso no 😛

Pero necesito disponer de un poquito más de tiempo, y nunca está de más dejar entrar a nueva gente que traiga aire fresco, nuevas ideas y más energía ¿verdad Sandra? 😉

Han sido años muy buenos, de mucho trabajo, y de conseguir muchas cosas. Y de aprender a luchar por lo que se quiere. También de conocer a gente dispuesta a moverse por una profesión a la quieren.  ¿En qué momento, Gema, creímos que fue buena idea volver juntas en el coche desde Toledo? Nos hizo falta poco para liarnos nosotras solas.

Y sí, la situación es una mierda, pero hace 10 años estaba bastante peor.  Muchas veces tengo la sensación que sobra bulla y faltan ganas. Ganas de currar de forma desinteresada porque progresemos. No basta con quejarse sentado delante del ordenador y tecleando hashtags como un loco. Tampoco con coger un puesto de mando y aposentar el “pandeiro” por un sueldo fijo.

No hay foto de ayer, y aunque en el fondo es una pena, la verdad es que las define bastante bien. Siempre las ha importado más trabajar que meter ruido.

Bueno, y también porque estuvimos comiendo pastas (con todo su azúcar) y bebiendo café (con toda su leche) y tomando cervezas (con todas las ganas) e iba a quedar muy feo en redes un grupo de dietistas gocheando.

Me voy porque para mí era más que necesario, pero más que satisfecha por haber podido formar parte de este grupo durante tanto tiempo. Os debo unos pastelitos de brócoli a todas 😉

 

Nos vemos cerquita de una máquina de café pequeñas nutris 😉